En un escenario empresarial cada vez más inmerso en la era digital, la ciberseguridad emerge como un tema de vital importancia, cuya relevancia queda de manifiesto en el más reciente informe de una de las grandes aseguradoras sobre tendencias en ciberseguridad.
Este análisis arroja luz sobre la crítica situación que enfrentan las organizaciones en el ámbito de la ciberseguridad, destacando un aumento vertiginoso en la amenaza de ciberataques y la consecuente exfiltración de datos, un fenómeno que ha duplicado su presencia desde el año 2019 hasta nuestros días.
En un asombroso salto, la cifra de casos de exfiltración de datos debido a ciberataques ha escalado del 40% al sorprendente 80%. Más allá de este preocupante panorama, se proyecta que este fenómeno continúe su expansión a lo largo del año 2023.
Estos ataques no solo involucran la sustracción de datos valiosos, tanto personales como comerciales, sino que también conllevan un incremento en los costos y la complejidad de abordar estos incidentes. Además, representan un riesgo considerable para la reputación de las organizaciones.
En el próximo año, se espera un aumento en el número de reclamaciones relacionadas con ciberataques.
Esto plantea desafíos adicionales para las empresas que buscan protegerse contra estos riesgos. La actividad de ransomware ha experimentado un incremento sustancial en el último año, impulsado por factores como los kits de ransomware como servicio (RaaS) y la mayor velocidad de ejecución por parte de los atacantes. La rapidez con la que se llevan a cabo estos ataques se ha reducido drásticamente en los últimos años, donde la media de días necesarios para llevar a cabo un ataque ha disminuido drásticamente, pasando de aproximadamente 60 días a tan solo cuatro, lo que subraya la urgencia de la situación.
En un contexto paralelo, el informe revela un aumento significativo en la divulgación de casos de grandes pérdidas cibernéticas, aquellas que superan el millón de euros. Esta tasa ha ascendido del 60% al 85% en los últimos tres años. Concomitantemente, el número de empresas que optan por pagar rescates a ciberdelincuentes ha experimentado un crecimiento constante, aumentando un 44%.
¿Cómo pueden las empresas prepararse para evitar caer en esta categoría de pérdidas?
La detección temprana y la respuesta eficaz ante brechas cibernéticas son esenciales, ya que el impacto económico de incidentes no detectados o no contenidos a tiempo puede ser abrumador.
Esto subraya la trascendental importancia de la detección y respuesta tempranas, capaces de evitar que una pérdida de 20.000 euros se transforme en una de 20 millones de euros.
Pero ¿Están las empresas tomando medidas suficientes para evitar que una pequeña pérdida se convierta en un desastre financiero?
En el ámbito de la ciberseguridad en España, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ha gestionado un 9% más de incidentes de ciberseguridad en 2022 en comparación con el año anterior, resaltando la creciente relevancia de la ciberseguridad en el entorno empresarial.
Los datos también arrojan que el costo promedio de una fuga de datos para empresas con menos de 500 empleados asciende a 2,9 millones de dólares, según un informe de IBM
En este panorama en constante evolución, los seguros cibernéticos se vuelven más caros y restrictivos.
¿Cómo pueden las empresas asegurarse de tener la cobertura adecuada para enfrentar los riesgos en un entorno digital en constante cambio?
La ciberseguridad se ha convertido en un tema crítico. Las empresas confían en pólizas de seguros cibernéticos para mitigar los riesgos asociados con ciberataques, pero ¿qué sucede cuando una póliza no proporciona la cobertura necesaria?
La evolución constante del panorama cibernético exige una respuesta estratégica y un enfoque proactivo para proteger a las empresas y garantizar su continuidad en un entorno digital cada vez más desafiante.
Las pólizas de seguros cibernéticos a menudo contienen cláusulas y exclusiones complejas.
La experiencia legal es esencial para comprender los detalles y las implicaciones de las pólizas de seguro.
En un entorno digital en constante cambio, contar con asesoramiento legal especializado en seguros puede marcar la diferencia entre la recuperación y la devastación en caso de un ciberataque.
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